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Educación virtual en tiempos de pobreza

Los niños de las familias más pobres tuvieron mayor perdida de aprendizaje, pues su participación en las clases remotas fue limitada por la escasez de recursos

Debido a la pandemia de la covid-19, varios estudiantes tuvieron que cambiar las clases presenciales por la educación virtual. Esta adaptación hizo que muchos escolares tuvieran que comprar equipos para realizar las sesiones de aprendizaje con normalidad. Sin embargo, no todos tuvieron los recursos necesarios para esta labor remota. Es el caso de los sectores más pobres de la población, quienes fueron los más afectados.

A inicios del 2020 -cuando se originó el estado de emergencia por el virus de la covid-19- la mayoría de los países concluyó que una de las mejores medidas para evitar contagios era cerrar las escuelas. Tras esto, se procedió a realizar las clases desde casa. A pesar de, aparentemente, ser la decisión más acertada, trajo muchos problemas para los estudiantes. Según el Banco Mundial, la educación es un esfuerzo inherentemente social: se requiere interacción constante; las clases a distancia el contacto social es mínimo. Las poblaciones más pobres son las más afectadas: no cuentan con las herramientas para realizar las clases con normalidad.   

A pesar de que se implementaron las clases virtuales en casi todo el mundo, hay lugares donde no hay electricidad; como es el caso de más de la mitad de hogares en 30 países de África. Sin ir más lejos, en el Perú, a inicios de la pandemia, solo el 32.1 % de los hogares contaban con una computadora. El exministro de educación, Jaime Saavedra, indicó que las consecuencias de la educación virtual se verán al medir los resultados académicos cuando culminen las clases virtuales.

Consecuencias y propuestas

Según el Banco Mundial, no asistir a las escuelas por un periodo extenso, implica que los niños no solo dejen de aprender, sino que también tiendan a olvidar lo que aprendieron en clases. A finales de 2020, se estimó que “en una ausencia de siete meses de la escuela incrementaría el porcentaje de estudiantes con pobreza de aprendizajes de 53 % a 63 %. Otros siete millones abandonarían la escuela [En todo el mundo]”. Estos efectos se reflejarán en mayor medida en las zonas vulnerables, pues para ellos el acceso a internet es deficiente; y el uso de la tv, radio y otros materiales no pueden reemplazar la educación presencial. 

Una gran cantidad de escuelas reabrieron sus puertas en numerosos países. En el caso del Perú, recientemente se aceptó la medida para regresar a las clases presenciales. El Banco Mundial recomienda más inversión, pues la mayoría de colegios tienen deficiencias en su infraestructura. Además, se requiere implementar medidas para no propagar la covid-19.

Artículo extraído del boletín del Banco Mundial.

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