El oro ilegal que se extrae de la región amazónica de Madre de Dios, en el sur oriente de Perú

sigue llegando a Suiza —el mayor refirnador de oro del mundo—, a través de nuevos caminos.


Y uno de ellos es Emiratos Árabes Unidos. El país de medio oriente que se ha convertido en punto de paso para mercancias oscuras hacia Europa.

oro

El oro de Madre de Dios sigue llegando a Suiza

A mitad de la década pasada los suizos impusieron medidas para evitar comprar oro ilegal de Perú, sin embargo, el comercio internacional ha encontrado nuevas rutas. Desde Perú, y en especial desde Madre de Dios, los exportadores envían hacia Emiratos Árabes Unidos, Bélgica o la India y estos países lo canalizan nuevamente hacia Suiza. La minería ilegal avanza y ha depredado más de 300 mil hectáreas en los últimos veinte años.

Roberth Orihuela

Reportaje producido con el apoyo del Earth Journalism Network

VISTO DESDE EL CIELO, EL RÍO PARIAMANU ASEMEJA A UNA INFINITA SERPIENTE DORADA ondulante a través del manto verde de la selva de la región Madre de Dios, en la zona suroriental del Perú. El brillo de la tarde acentúa el color turbio de sus aguas; como si en verdad estuvieran bañadas en oro, ese precioso y valioso mineral que miles de personas acuden frenéticamente a robarle al afluente. Aquí y en casi toda la selva peruana la actividad minera es ilegal, pero Pablo Inuma, presidente del Consejo Indígena de la Zona Baja de Madre de Dios (Coinbamad), cuenta alrededor de 200 dragas —estructuras compuestas por motobombas que succionan la tierra de los ríos para lavar el mineral de oro— trabajando día y noche, desde el ingreso del río Pariamanu hasta el cruce con el río Pariamarca; mientras navegamos por un tramo de casi 80 kilómetros.

El líder indígena asegura que la minería ilegal ha incrementado en los últimos diez años trayendo consigo no solo contaminación, sino también otros problemas comunes de este sector, como prostitución, robos a mano armada y hasta amenazas de muerte para las comunidades que viven cerca. Todos los días cientos de personas salen con al menos 20 gramos de oro en sus bolsillos cada una, y otra cantidad parecida ingresa a relevar el trabajo. Todo a vista y paciencia de las autoridades de la Policía, la Marina y el Ejército peruanos.

De acuerdo con cifras del Proyecto de Monitoreo de los Bosques Amazónicos (MAAP), un portal dedicado al monitoreo de la Amazonia en latinoamérica, la actividad minera ilegal, junto a otras como la tala indiscriminada, arrasaron entre 2018 y 2023 más de 135 mil hectáreas de bosques de Madre de Dios. Y en los últimos 20 años ya van sumando más de 300 mil hectáreas arrasadas. Solo entre 2022 y 2023, se ha eliminado 30.846 hectáreas de bosque,  equivalente a 40 mil estadios de fútbol. Estas actividades ilegales ya no solo se ubican en el llamado Corredor Minero, con La Pampa como punto focal, sino que ahora se han extendido y están amenazando zonas de amortiguamiento y Áreas Protegidas como la Reserva Nacional Tambopata, el parque Nacional Bahuaja Sonene y la Reserva Nacional Amarakaeri. Incluso perjudican zonas de concesiones de Castaña, un árbol gigante de donde salen almendras muy cotizadas a Estados Unidos y Europa, que existen en el río Pariamanu, donde se ha registrado en el último año una deforestación de 198 hectáreas.

Pancarta.pe llegó hasta este lugar y comprobó que Pariamanu se ha convertido en un nuevo foco de minería ilegal, donde la fiscalización de la autoridades es casi inexistente. El oro es vendido por los productores a los acopiadores, quienes lo canalizan a través de empresas exportadoras, algunas de ellas investigadas por el Ministerio Público por lavado de activos y tráfico ilegal del mineral en la última década. Finalmente es enviado hacia la India, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y hasta Bélgica, desde donde nuevamente se manda al centro mundial del oro: Suiza.

Las comunidades nativas que dependen del río Pariamanu están preocupadas por el incremento de la minería ilegal. Foto: Roberth Orihuela.
Los mineros ilegales abren camino entre la selva, talan y queman los árboles y luego empiezan con la obtención de oro. Foto: Roberth Orihuela
Las dragas son artilugios creados por los mineros ilegales para procesar la arena del río y obtener el oro aplicando mercurio. Foto: Roberth Orihuela.
Cientos de dragas son instaladas en las orillas de los ríos, sobre todo en la curvas donde la corriente del río es más lenta. Foto: Roberth Orihuela.

Destino final Suiza

La fiebre del oro sigue hirviendo sobre la selva. Muestra de ello son los niveles de exportaciones que siguen incrementándose año tras año. De acuerdo con cifras de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas (Sunat), el año pasado las exportaciones de oro declarado con origen de Madre de Dios alcanzaron las 2.4 toneladas. Pero esto contrasta con la producción declarada por los mineros ante el Ministerio de Energía y Minas (Minem), que registra solo 1.4 toneladas en el 2023; casi la mitad.

Y si se analiza año tras año, se puede notar que mientras las exportaciones desde Madre de Dios siguen creciendo, la producción declarada por los mineros sigue bajando.

El gerente ejecutivo del Instituto Peruano de Economía (IPE), Victor Fuentes, explica que este desfase entre la producción y las exportaciones ya son una muestra de que existe actividad ilegal. “Nosotros tenemos una cantidad de oro que ha sido registrado por las autoridades como exportaciones, y lo contrastamos con la producción que registran. Esa diferencia es oro ilegal”, dijo para este reportaje.

Víctor Fuentes recuerda que antes del 2016 gran parte del oro ilegal producido en la selva amazónica, principalmente de Madre de Dios, era enviado hacia Suiza directamente. En 2015 el clímax de exportaciones alcanzó las 4.1 toneladas. Pero luego del escándalo de Metalor, la mayor refinadora de oro en el mundo con base en Suiza, por comprar “oro sucio” del Perú y su Amazonía, las exportaciones cayeron debido a las regulaciones que el país europeo inició para controlar la cadena de suministro del oro. Desde entonces han vuelto a incrementarse, hasta llegar a más de 2.4 toneladas en 2023.

Pancarta.pe analizó datos de los portales Trade Map y el Observatorio de Complejidad Económica, que recopila la información de comercio exterior de países de todo el mundo.

El caso de Emiratos Árabes Unidos es el que más resalta. Se encontró que Perú es uno de sus 25 principales abastecedores de oro. Entre 2015 y 2023 las exportaciones han crecido de apenas 140 kilos hasta más de 20.5 toneladas. Y en total han salido más de 142 toneladas de oro hacia este país del medio oriente desde el 2012, cuando empezaron las exportaciones desde Perú; lo que han sumado más de US $ 5.7 millones en comercio.

De igual forma, el comercio desde EAU hacia Suiza también ha incrementado. En 2015 era de 2.7 mil millones de dólares, pero para el 2023 sobrepasó los 9.6 mil millones de dólares convirtiéndose en el segundo proveedor de oro luego de Estados Unidos. Un crecimiento de más del triple en solo 8 años.

El especialista del IPE explica que este incremento del comercio entre Emiratos Árabes Unidos y Suiza resulta extraño y llama la atención. “El análisis de las cifras del comercio no solo debe hacerse para ver que crecen, sino que han crecido más que el resto. De esta forma podríamos decir que el oro ya no viene de acá, sino de allá (de Perú hacia Suiza directamente, sino con intermedio en EAU)”, advierte.

Esto toma más fuerza si consideramos que ya se empieza a vincular a EAU como intermediario de otros países con problemas para hacer llegar su oro directamente hacia Europa y Suiza. Como es el caso de Rusia, que recibió sanciones comerciales tras iniciar la guerra contra Ucrania en 2022, incrementó sus exportaciones de oro hacia EAU de apenas 6 toneladas en 2021 hasta las 96 toneladas en 2022. El medio especializado Swissinfo.ch señala que “según los expertos, el oro considerado como problemático -porque procede de zonas en conflicto ubicadas en África o de países que eluden las sanciones occidentales a Rusia- llega fácilmente a Suiza justamente a través de los EAU”.

El mismo panorama se ve en Bélgica, que en 2015 no tenía un comercio por más de US $ 487 mil con Perú en oro, pero para el 2022 sobrepasó los US $ 10 millones. Este país ha bajado su comercio de oro con Suiza, posiblemente por sus problemas con Tony Goetz —un empresario sentenciado por comprar oro ilegal de Uganda y Venezuela y blanquearlo para evitar las regulaciones belgas—, pero los ha incrementado con Alemania, sobrepasando en 2023 los mil millones de dólares. Y a su vez Alemania está viendo aumentar sus negocios con los suizos, llegando en 2023 a sobrepasar por primera vez en su historia los 4 mil millones de dólares en ventas de oro y llegando al top 11 de proveedores de Suiza.

En contraparte, más oscuros son los negocios de India con el oro que adquiere de todo el mundo. Ninguno de los portales tiene información confiable sobre este país, entendiéndose la baja transparencia de su gobierno. Solo Trade Map muestra que en 2023 los hindúes enviaron oro por 75 millones de dólares hacia Emiratos Árabes Unidos.

Para el funcionamiento de las dragas, los mineros ilegales utilizan motores que funcionan a diesel que exhalan grandes cantidades de humo. Foto: Roberth Orihuela
Las curvas en los ríos son el lugar proferido para los mineros, pues además les provee zonas donde se instalan para vivir. Foto: Roberth Orihuela.
Los mineros ilegales reparan sus motores en la orilla de los ríos; para ellos cualquier pérdida de tiempo es pérdida de tiempo. Roberth Orihuela.
La estructura de las dragas es sencilla pero efectiva: requiere de un motor que jala agua para lavar la arena en grandes rampas. Foto: Roberth Orihuela

Monstruos comiendo el oro de la selva

Todo ese oro que se comercia por intermedio de Emiratos Árabes Unidos con destino a Suiza, sigue saliendo de las entrañas de la selva amazónica. Los mineros ilegales utilizan dragas, que son estructuras perfeccionadas para agilizar la obtención del oro. Constan de dos partes claramente identificables. La primera es la motobomba a base de gasolina o diesel que se encarga de succionar el barro del fondo o de las orillas de los ríos. Ese barro o fango es enviado por unos tubos anchos hacia la segunda mitad del artilugio mecánico: la rampa. Ésta es comúnmente hecha de madera y permite que, en su tránsito de bajada, el oro o los metales más pesados vayan asentándose. Lo que no sirve finalmente es enviado de vuelta hacia el río. Ahora hay dragas pequeñas y simples y otras más gigantes y más sofisticadas; pero el sistema en toda la operación minera es el mismo.

Y de esos “monstruos traga barro” Pablo Inuma, dirigente de las comunidad indígenas, ha visto centenares. “Posiblemente hay más, porque hay otros que ingresan hacia el monte para no ser observados a simple vista”, añade el hombre de 58 años, moreno y con ropa ligera para combatir el insufrible calor de la amazonía, mientras conduce con agilidad la balsa a motor por el serpenteante río.

Inuma explica que la actividad se incrementó antes de la pandemia del Covid-19. Incluso, dice, ya había algunos mineros ilegales trabajando desde el 2005, pero luego de la intervención del gobierno en la segunda mitad de la década pasada; con operativos de eliminación de operaciones mineras en la selva de Madre de Dios, los mineros empezaron a expandirse a todos lados.

Así también lo explica un fiscal de Medio Ambiente en Puerto Maldonado, quien pide que no se consigne su nombre. Advierte que la minería que antes se vivía en La Pampa o Infierno, dos zonas donde la actividad ilegal está por demás asentada, se ha trasladado a varios ríos y comunidades nativas del alto y bajo río Madre de Dios. El problema, agrega, es la falta de presupuesto y de coordinación efectiva para realizar operativos de eliminación de dragas y detención de mineros ilegales, porque las zonas donde deben llegar son muy lejanas y en su mayoría se necesitan helicópteros. 

“Pero en Madre de Dios no hay. Para un operativo hay que hacer el requerimiento a la Policía hasta Lima. Desde allí, si lo aprueban y lo envían, pero con un número determinado de horas de vuelo. Entonces debemos aprovecharlos y no se puede cubrir todo. Nos han prometido un helicóptero del Ejército, pero aún no lo vemos. El mayor problema es cuando llegamos a una zona y ya no hay nada. No sé por qué, pero ya no hay mineros ni motores”, añade el fiscal.

la mayor parte del oro que sale de Madre de Dios va hacia Bolivia, pero hay otro que es exportado. Foto: Roberth Orihuela
Miles de hectáreas de selva de Madre de Dios fueron taladas para abrir camino a la minería ilegal. Foto: Roberth Orihuela
Algunos mineros ilegales han ingeniado dragas móviles, instaladas sobre botes, lo que permite trasladarlas para escapar de las autoridades y buscar nuevas zonas de explotación. Foto: Roberth Orihuela.
Muy cerca a Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, hay dragas extrayendo oro. A pocos kilómetros de donde se ubican las autoridades peruanas. Foto: Roberth Orihuela.

Y es que, a pesar de lo bien que empezó la Operación Mercurio, implementada por el gobierno para combatir la minería ilegal desde varios enfoques, el único que ha quedado funcionando y a medias es el de operativos de eliminación de dragas. Hoy, Mercurio ha pasado a denominarse Plan Restauración, que involucra a todas las fuerzas del orden con la quinta fiscalía de medio ambiente. Pero esta oficina tiene apenas cuatro fiscales para coordinar y ejecutar los operativos, en especial en la zona de La Pampa.

Aunque cualquier fiscal, de los otros cuatro despachos de medio ambiente del Ministerio Público que hay en Puerto Maldonado (capital de Madre de Dios), podría tomar un caso o una denuncia, lo cierto es que no se tiene clara su labor. Este medio solicitó entrevista al Ministerio Público para tratar el tema, pero no hubo respuesta.

Tampoco la labor de la Policía es eficiente. El general Martín Villalón Trillo, jefe de la Dirección de Medio Ambiente de la Policía señala que en Madre de Dios apenas cuentan con 120 efectivos policiales para realizar operativos especializados de lucha contra la minería ilegal. “Hacemos nuestros máximos esfuerzos. En 2019, cuando empezó el Plan Mercurio teníamos 1200 efectivos, ahora solo el 10%. Es cierto, es complicado”, acepta el jefe policial en entrevista con Pancarta.

Y este vacío de poder se nota en toda la cuenca del río Pariamanu y parte de Madre de Dios, por donde circula toda la logística para esta actividad ilegal. Casi todo el movimiento empieza en Puerto Pastora, ubicado al norte de Puerto Maldonado. Allí se embarcan en botes combustible, motores, mangueras y tuberías, motos y otros insumos para la minería ilegal. También allí hay botes donde sube la gente a modo de transporte público terrestre y en diversos horarios. Mientras unos llegan alrededor de las siete de la mañana otros van subiendo. Todo sin la supervisión de un solo policía o agente de la Marina de Guerra del Perú, que tiene jurisdicción también en los ríos navegables y hasta 50 metros en las orillas.

Pancarta.pe acudió a la sede de la Marina de Guerra de Madre de Dios, ubicada a dos cuadras de la plaza de Puerto Maldonado. Tras dejar nuestros datos, prometieron comunicarse para una entrevista, pero nunca llamaron.

Hay botes colectivos que llevan a la población y minería ilegales por todo el afluente del río Pariamanu. Foto: Roberth Orihuela.
Durante el trabajo de reporteo no se vio a ninguna autoridad del gobierno peruano, que pueda fiscalizar la instalación de minería ilegal. Foto: Roberth Orihuela.
Luego de extraer todo el oro que pueden, los mineros ilegales abandonan la zona junto a suministros que ya no les sirven. Foto: Roberth Orihuela.

Comerciantes vinculados a la minería ilegal

A pesar de que en la década pasada se denunció que casi todo el oro que salía de Madre de Dios provenía de la minería ilegal y era canalizado directamente hacia Suiza, la historia no ha cambiado mucho. 

El comercio del oro en el  interior del país es ya conocido y no ha cambiado a pesar de las denuncias e investigaciones contra empresas y personas, que siguen operando. Luego de trabajar en las dragas, los mineros llevan las “pepitas de oro” en sus bolsillos. En el caso de Pariamanu, desembarcan en Puerto Pastora y luego se dirigen al centro de la ciudad de Puerto Maldonado, específicamente a las calles ubicadas en inmediaciones del Mercado Modelo. Allí, entre la calle Ica y la avenida Ernesto Rivero hay un sin fin de comerciantes y compradores de oro. A finales de abril de 2024, cuando llegamos a la zona, el precio iba entre los S/ 235 y S/ 245 por gramo de oro. Alrededor de 64 dólares el gramo o  US $ 1.814 la onza, que es la medida como se comercia en los mercados internacionales. Una ganancia de más de 500 dólares para el intermediario, si se toma el precio internacional promedio de la onza en ese momento, que era de US $ 2.330.

Aunque los compradores no dan boleta ni tienen los nombres de sus negocios claros, sí se advierte un patrón. Todos actúan como casas de cambio y pagan en efectivo. La cadena de comercio luego se pierde, pero vuelven a aparecer luces en el momento en que salen del país, a través de empresas exportadoras.

Pancarta.pe revisó la data de la Sunat, de exportaciones de los últimos 10 años y encontró que empresas investigadas en el pasado y con casos abiertos por lavado de activos o comercio ilegal de oro siguen trabajando con normalidad. E & M Company SAC es el mayor exportador de oro con declaración de procedencia de Madre de Dios. Entre 2020 y 2023 ha exportado 3413 kilos con 279 gramos de oro a países como Emiratos Arabes Unidos, Canadá e India. De acuerdo con el Ministerio Público, E & M Company y sus fundadores, Efraín Vargas Garzón y Miguel Zinanyuca Cruz, fueron investigados en Perú por sus vínculos con la minería ilegal. Y es que en 2014 la Sunat les incautó 9.769 kilos de oro sospechosos de provenir de la minería ilegal y que estaban a punto de salir hacia una empresa en Estados Unidos. Aunque luego, señalaron a un medio nacional, pudieron acreditar la legalidad de la carga y liberarse de la investigación. Pero, además se conoce que Vargas fue contador de Gregoria “Goya” Casas y su familia, denunciados por el Ministerio Público por depredación ambiental en Madre de Dios.

Gregoria Casas era conocida como “La reina del oro” en el sur del Perú. Hasta su muerte, en enero del 2022, el Ministerio Público la investigaba por sus vínculos con la minería ilegal y por defraudación tributaria. En 2013, un reportaje de El Comercio, que recoge su testimonio, dio cuenta de que había vendido US $ 15 millones en oro ilegal entre el 2008 y 2013. En ese entonces, la Fiscalía la investigaba por deforestación de los bosques amazónicos y contaminación en Madre de Dios, en la provincia de Tambopata.

El puerto La Pastora es uno de los puntos de partida y llegada de los mineros ilegales que laboran en los ríos del norte de Madre de Dios. Foto: Roberth Orihuela.
Los motores y otra maquinaria necesaria para la obtención del oro llegan y salen por el Puerto Pastora, donde tampoco hay presencia de las autoridades. Foto: Roberth Orihuela
En la ciudad de Puerto Maldonado hay calles llenas de tiendas que venden insumos para la minería ilegal. Foto: Roberth Orihuela.
Los mineros ilegales llevan todo su equipamiento y maquinaria en botes. Tienen el pase libre porque no hay autoridades del gobierno que controlen. Foto: Roberth Orihuela

Los principales compradores en el extranjero de E & M Company están en la India y Emiratos Árabes Unidos. En este último las empresas Brinks Global Services, Redound International FZE, Esteem International Trading FZC y Fin Rise DMCC son sus dos principales compradores. En los últimos cuatro años han comprado 925 kilos de oro a los socios Vargas y Zinanyuca. Y en la India están las empresas Khandwala Finstock PVT LTD, OMGL Refinery y el grupo Kundan, uno de los mayores refinadores de oro en el país hindú. En suma, en los últimos cuatro años han comprado 3336 kilos de E & M Company. En total, los réditos para estos dos empresarios con el comercio en ambos países han sido de más de 191 millones de dólares.

La segunda mayor exportadora de oro de Madre de Dios en los últimos años es Goldmax’d SAC, conformada por ocho ciudadanos peruanos en la región Cusco en diciembre del 2020 con un capital de medio millón de soles. Pancarta.pe verificó que dos de ellos aparecen en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Se trata de Janeth Salcedo Gutiérez con un derecho minero vigente y Laura Chirinos Vásquez con derecho suspendido en el Reinfo. Ambas en el distrito de Camanti, en la provincia de Quispicanchi (Cusco). Las dos en la misma labor, denominada Melia.

Goldmax’d SAC y sus miembros no tienen denuncias por minería ilegal. Pero la hermana de Janeth Salcedo, Sonia Salcedo Gutiérrez, fue detenida en abril del 2013 con US $ 300 mil en sus maletas, y acusada por el Ministerio Público por lavado de activos y minería ilegal. Además, de acuerdo con Registros Públicos, entre marzo del 2021 y febrero del 2023, Karen Gisela Salinas Valdivia fue gerente de Dana Gold SAC, empresa de Sonia Salcedo. Salinas Valdivia, además aparece como fundadora de Goldmax’ SAC.

Goldmax’d SAC hace negocios con empresas de la India y Emiratos Árabes Unidos. Al igual que E & M Company, las empresas que compran el oro de Goldmax’d son Fin Rise DMCC, OMGL Refinery y el grupo Kundan. Además de Arbit Commodities DMCC. En suma 1226 kilos que les han dado réditos por más de US $ 65 millones. Esto les permitió incrementar su capital en noviembre del año pasado a S/ 1.5 millones.

A pesar de las investigaciones y denuncias, Dana Gold SAC ha seguido operando sin problemas y desde 2018 incrementó sus exportaciones a la India y Emiratos Árabes Unidos. En total hablamos de más de 1416 kilos enviados a estos países por más de US $ 65 millones en ganancias. Las empresas que le compran el oro son nuevamente el grupo Kundan, Esteem International Trading, PMG Overseas Trading FZC y JBG & Co DMCC.

Los negocios de compra de oro son uno de los que más se encuentran en la ciudad de Puerto Maldonado. Foto: Roberth Orihuela
Algunas tiendas que venden insumos para la minería ilegal, también aceptan como medio de pago, pepitas de oro. Foto: Roberth Orihuela
El oro es comprado en negocios como este, donde no entregan ningún comprobante. Luego el oro es blanqueado o vendido a intermediarios. Foto: Roberth Orihuela
Algunas empresas que compran oro para comercializarlo o exportarlo están vinculadas al comercio de oro ilegal. Foto: Roberth Orihuela.

Otra empresa es Colibri Refinery SAC, creada en 2002 por el empresario sudafricano Stefan Laurentiu y el peruano Ulises Solis. Ni la empresa ni sus fundadores tienen Reinfo o concesiones mineras en Madre de Dios, pero desde 2020 empezaron a exportar oro declarado allí hacia Bélgica. En total han enviado 395 kilos y 725 gramos a empresas como Tony Goetz NV y Value Trading BV, con ganancias por más de US $ 22 millones. Las dudas del negocio recaen sobre Tony Goetz NV, empresa envuelta en varios escándalos en los últimos años por comprar oro ilegal de Uganda y Venezuela y blanquearlo para evitar las regulaciones belgas.  Además, empresas de Estados Unidos han enviado alertas sobre los negocios de Goetz, advirtiendo a compañías de ese país sobre el posible origen ilegal del oro que comercian con empresas como  Tesla, Amazon, Dell, Johnson & Johnson, HP y Starbucks.

La cadena de extracción del oro que llega al extranjero empieza en el río. Apenas a cinco minutos de Piero Maldonado, y aún en el gran río Madre de Dios, vemos dragas trabajando. Luego, cuando subimos por el río Las Piedras la actividad disminuye, pero de vez en cuando vemos alguna. La actividad empieza con fuerza a casi tres horas de viaje, cuando ya estamos en el río Pariamanu. Una draga a la izquierda y otra a la derecha. Varias en las curvas que serpentean el río, porque allí es donde se acumula la arena con mayor facilidad y el oro se asienta. “Aquí no es como en La Pampa, donde hay todavía piedras y rocas pequeñas. Aquí es casi todo arena y tierra, libre de piedras. No dañan las motobombas y el trabajo es más fluido. Pueden estar todo el día y la noche y en la madrugada se van con sus gramos de oro en el bolsillo”, cuenta un exobrero minero que trabajó en La Pampa y luego en Pariamanu. 

Las escenas son casi todas iguales: grandes extensiones de terreno a orillas del río, sobre todo en las curvas, que primero fueron taladas para luego empezar con las dragas. Estas van dejando hoyos profundos, como de una bomba, a medida que van succionando la arena y la tierra del río. La gente de la zona explica que luego de un mes o más de trabajo abandonan el punto y buscan otro para continuar. Dejan atrás a veces rampas y tuberías que ya no les sirven. Los que van acumulando más riqueza van aumentando el nivel de sus maquinarias y también su zona de explotación. Algunos se adentran en el monte, donde pasan más desapercibidos, para seguir dragando la arena.

El vuelo del drone y los satélites pueden ver las consecuencias. Pancarta.ep analizó datos de Global Forest Watch en el área donde ahora se asientan cientos de mineros ilegales en el río Pariamanu y encontró que desde el 2001 se han perdido 615 hectáreas de bosques. Pero la gran deforestación inició en 2018, periodo desde el cual se perdieron 320 hectáreas. Además, las imágenes satelitales de Google Earth muestran cinco grandes zonas de deforestación en esa misma área, que empezaron a desaparecer en 2012 y para el 2020 alcanzaron su máximo nivel.

Estas zonas, indican miembros de comunidades nativas asentadas en las orillas de los ríos Pariamanu y Las Piedras, se están convirtiendo en tierra de nadie. Allí la única ley es la del oro: tanto tienes, tanto vales. Toda la vida en las zonas donde se extrae el oro gira alrededor del metal precioso. Incluso, las tiendas instaladas cada dos o tres kilómetros reciben oro como forma de pago. Una botella de cerveza: 8 dólares; un plato de comida: 5 dólares; mujeres: 50 dólares. Si no hay efectivo, las pepitas de oro son la moneda de cambio.

Para este reportaje nos comunicamos con todas las empresas nombradas. Las únicas que respondieron fueron Brinks Global Services y E & M Company SAC. En el primer caso, los representantes de la empresa aclararon que no son el cliente final del oro exportado, sino una empresa de transporte de valores. Es decir, que se encargan de llevar y proteger los productos hacia sus clientes finales. Señalaron que no tienen mayor información sobre la carga que trasladan. En tanto, Jorge Luis Ascona, abogado de E & M Company SAC, respondió y señaló que consultaría con sus representados para brindar una respuesta. Pidió la información respecto al reportaje, la que fue entregada vía correo electrónico. Sin embargo, hasta el cierre de este reportaje no volvió a comunicarse.