La obra que lleva más de dos años en construcción nuevamente fue perjudicada por las intensas lluvias. Especialista advierte que la reducción del cauce de la torrentera Los Incas es la principal causa de constantes desbordes y destrucción tras la activación de la quebrada. Esta vez, el baipás de la avenida Lambramani recibió todos los escombros y el lodo, dejando autos atorados.
Las intensas lluvias del martes en Arequipa provocaron que la obra del intercambio vial Bicentenario fuera dañada, quedando llena de escombros y sepultada en lodo. Además, resultaron afectados los vecinos que residen cerca del proyecto. La avenida Los Incas y el baipás de la avenida Lambramani terminaron enterrados junto con algunos materiales de la obra y vehículos particulares. Estos últimos pertenecían a conductores que intentaron cruzar el lugar durante la lluvia pero quedaron atorados. Todo esto pudo evitarse si el cauce de la torrentera no se hubiera alterado.
Y es que la obra significó una importante reducción del cauce de la torrentera Los Incas. Pasó de un promedio de entre 15 y 10 metros de ancho a apenas 9 y hasta 5 metros en la parte donde se concentran las obras. Esto, según el presidente de la Asociación Civil Andenes -Carlos Rondón- provocó que este año dos huaicos inunden la obra. Y lo peor fue el martes.
Aún así, el alcalde Víctor Hugo Rivera tiene otra versión. En conferencia de prensa dijo que la obra no sufrió daños. “Conversé con la contratista y mencionó que no había daños en la obra. Para realizar un encauzamiento hicieron un muro de contención momentáneo en enero, lamentablemente, las lluvias de ayer fueron fuertes y rompieron este muro. Ojo, este muro no es parte del proyecto, solo se hizo para resguardar la infraestructura construida […]. Al fin de este año, debería estar finalizada al 100 % la obra”, dijo el alcalde.
Sin embargo, las imágenes a ras del piso y aéreas dicen todo lo contrario. Un huaico arrastró el campamento de la obra y algunas partes quedaron expuestas luego de que el huaico carcomió sus bases. Por ejemplo, el cerco perimétrico del área de trabajo. En el caso del baipás de la avenida Lambramani, las aguas pluviales y los escombros que llegaban del muro y el depósito crearon un empozamiento en la zona, impidiendo que los vehículos crucen.
Por otro lado, el pasaje vehicular para llegar a la Universidad Continental se encuentra dañado. El martes, los estudiantes debieron salir por la parte posterior de la casa de estudios debido a las intensas lluvias.
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El presidente de la Asociación Civil Andenes, Carlos Rondón, explica que la torrentera de la avenida Los Incas fue terriblemente alterada. Argumenta que no solo por la falta de limpieza; sino que, a medida que baja hacia la zona urbana, el cauce se estrangula cada vez más. Y llegando a Parque Lambramani entra en un estado crítico, por la ampliación de vías. Esta es la causa de su rebalse.
“Los municipios de Arequipa no tienen un plan integral para el tratamiento de las evacuaciones en tiempo de lluvias”, menciona Rondón. Añade que las autoridades desconocen la importancia de los sistemas pluviales en las calles de la región.
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