Especialista advierte que agresores sexuales pueden tener predisposión genética

Se trata de una lotería genética que combinada con carencia de habilidades sociales y otros factores moldean el perfil de un agresor.

Los agresores sexuales pueden tener predisposición genética para cometer abusos. De acuerdo a Luis Restaure, coordinador del Programa de Especialización de Psicología Jurídica y Forense de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, existe evidencia científica al respecto.

Restaure explicó que es posible hallar deficiencias en el funcionamiento hormonal neuronal de un agresor sexual. «Son innatas en el sujeto», remarcó. Esta lotería genética, en combinación con la carencia de habilidades interpersonales, la falta de autocontrol y factores situacionales (estrés, adicciones, etc.) pueden tener graves consecuencias en la personalidad del agresor sexual.

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Sin embargo, definir el perfil de un agresor sexual representa un reto para los especialistas ya que el comportamiento humano es diferente en cada persona. No se puede asegurar la existencia de un perfil concreto. Como consecuencia de ello, esta conducta puede pasar desapercibida; sin embargo, existen algunas características generales que podrían ayudar a identificarlos, de acuerdo al especialista.

Entre los comportamientos comunes en los agresores se encuentran la inestabilidad e inmadurez emocional, la ansiedad, la falta de remordimiento, el temor a las relaciones interpersonales, la impulsividad, falsa empatía, etc.

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Posibles soluciones

Restaure advirtió que estos comportamientos pueden presentarse desde la niñez. Instó a los padres de familia estar atentos a la conducta de sus hijos y establecer una educación estableciendo límites. Otra recomendación del experto -como medida preventiva- es el fortalecimiento del sistema de salud público. Esto debido a que el Ministerio de Salud asigna menos del 1 % de presupuesto para la salud mental.

El especialista resalta la importancia de un trabajo multidisciplinario (psicoterapeutas y psiquiatras), para el tratamiento clínico de estos perfiles; al igual que la elaboración de modelos con características conductuales de agresores, específicamente, latinoamericanos y peruanos.

De acuerdo a un informe del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en 2021 fueron 5 mil 313 las denuncias de violencia sexual. Además de esto, el Perú es de los pocos países que no tiene un registro público de agresores sexuales.