Pulsa «Intro» para saltar al contenido

¿Por qué un menor abusa de otro menor?

Esta pregunta surge a partir del caso que ocurrió el 2 de mayo en la casa hogar “Los Obedientes”, donde según investigaciones preliminares un niño habría sido violado sexualmente por dos de sus compañeros de 10 y 12 años. 

En 2009, la investigadora argentina Laura Quiñones Urquiza publicó el artículo científico “Abuso Sexual entre menores”. En el documento describe que estas conductas de agresión sexual se manifiestan porque los niños repiten comportamientos aprendidos en sus entornos primarios. Julio Abarca, decano del Colegio de Psicólogos Arequipa-Moquegua, y Nicolás Palomino, experto en psicosexualidad, coinciden con esta premisa. 

“A veces en películas, y sobre todo en la internet, ellos observan escenas de violencia sexual, sexo explícito o referencias a ello. Y los padres no saben de qué manera explicarles”, argumenta Abarca.

En algunos casos los niños son espectadores casuales de las relaciones sexuales de sus padres. “ Es un terror tener sexo al frente de tus hijos, porque se dan cuenta, aunque los padres piensen todo lo contrario. (…) Se necesita ir a un psicólogo para que le hable del desarrollo de la sexualidad”. 

Lee también: Menores implicados en abuso sexual a niño de 7 años son trasladados a distintos albergues

También, en ocasiones, los niños son guiados por adolescentes, quienes no tienen conocimiento pleno del tema. Y repiten patrones. Por eso , por ejemplo, muchos niños saben como abrir una página de incógnito y ver pornografía, de acuerdo a la opinión de Nicolás Palomino.

Sin embargo, la mayor cantidad de casos de abuso sexual entre menores, según la experiencia de Julio Abarca , sucede en la familia, con actos incestuosos. No hay cifras al respecto. Los casos se ocultan. Nadie conversa sobre ello, ni tampoco se denuncia. “La madre de una paciente llevó a su hija para hacerle ‘entender’ que no debe denunciar el abuso del que fue víctima”, relató Abarca. 

El placer del acto hace que se vuelva repetitivo

Según la organización Recursos de Curación y Prevención del Abuso Sexual (SAPREA) por sus siglas en inglés), el 70% de abusadores adultos tienen entre 1 a 9 víctimas. Le preguntamos a Abarca y Palomino si un niño también es capaz de abusar de otro menor en más de una ocasión a lo largo de su crecimiento. Ambos, aseguraron que, de acuerdo a su experiencia profesional, más de un 80% de los agresores menores lo hace.

Pero ¿Por qué tienden a hacerlo más de una vez? Pues, sentir placer es la respuesta natural del cuerpo. Como dice Palomino, el niño no es un extraterrestre para no sentir nada. 

“Los niños tienen derechos sexuales. Sentir placer es lo más natural. El organismo sexual debe ser considerado igual de importante como los otros”, añade Palomino.

Según el decano del Colegio de Psicólogos Arequipa-Moquegua, Julio Abarca, un pequeño comienza a explorar su sexualidad a los 4 años y es algo que no se puede evitar. No hace daño.

Aquí corresponde la pregunta sobre cuál es el límite entre la exploración sexual y el comportamiento de un potencial agresor sexual. 

¿Qué signos de comportamiento tiene un  niño agresor?

Existen signos que pueden dar indicios respecto a si un niño es un potencial agresor o, en contraste, una víctima. Para ello, se debe identificar cuando un menor sobrepasa el límite de su exploración sexual “Lo normal es que un niño se masturbe, pero no es normal que repita conductas sexuales”, indica Palomino.

De acuerdo a Abarca, los menores agresores pasan mucho tiempo a solas con otro menor y hasta sienten la necesidad de estar con él. El especialista asegura que hay que prestarle atención a este signo. 

Lee también: Especialista advierte que agresores sexuales pueden tener predisposición genética

No solo puede suceder presencialmente. También existe el abuso por mensajes o imágenes, denominado ‘sexting’, según Palomino. El experto explicó que los  menores agresores utilizan estrategias como las amenazas o los regalos para persuadir a sus víctimas. 

Asimismo, en ocasiones, los menores agresores se acercan a sus víctimas de manera inofensiva aplicando un comportamiento pasivo-agresivo, algo que también hay que vigilar sobre todo cuando existen antecedentes de agresión.

¿Podrían convertirse en potenciales abusadores?

En el artículo publicado por la BBC “¿Cómo hay que tratar a los agresores sexuales cuando son menores de edad?”, la Asociación Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC por sus siglas en inglés) a través de la terapia preventiva, hace que la mayoría de menores agresores abandone esta conducta. Es una proporción pequeña la que conserva el comportamiento de agresor sexual.  

La Asociación Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC) dice que alrededor de un tercio de los abusos sexuales en Reino Unido los cometen menores.

“Hay que diagnosticar el efecto del daño, y se escogerá el tipo de terapia. La más eficaz es la terapia cognitiva conductual”, explica, al respecto, el psicólogo Julio Abarca. Dependiendo de esto variará el tiempo del tratamiento. Y es que en realidad es todo un proceso.

“Muchos padres piensan que llevar una terapia de dos meses servirá” indica Palomino; quien agrega que el proceso puede tardar hasta dos años.  

Sin embargo, Julio Abarca aclaró que el tratamiento también puede fallar. “Los psicólogos o psiquiatras no tenemos una varita mágica que hará que el daño desaparezca” señala.

¿Las familias buscan ayuda?

Pues, según Abarca, la familia oculta el hecho de tener un agresor sexual en casa; y muchas veces le echan la culpa a la víctima, por tratarse de casos incestuosos, en algunos casos, como mencionamos anteriormente.

“Una de las formas, que utilizan para ocultar estos casos, es trasladar al menor agresor a la vivienda de otro familiar; donde posiblemente se pueda repetir el abuso” relató el decano del Colegio de Psicólogos de Arequipa. 

Lo que más les preocupa a los familiares es el tema legal y la vergüenza social. Razón por la cual prefieren, incluso, no acudir a un especialista. 

El Jefe de la Unidad Territorial Arequipa del Programa Nacional AURORA, Erick Pumacayo, confirmó que la frecuencia de denuncias, en los casos de agresión sexual por parte de un menor a otro menor, no es pública. Sin embargo, admitió su existencia; aunque las denuncias son pocas según sus declaraciones.

Posibles soluciones

Existen dos soluciones.

Para Palomino, la educación sexual es primordial. Explica que los padres deben ser los primeros en educar sexualmente a sus hijos, pero [en la realidad] no son capaces de explicarles o evitan hablar sobre sexo cuando ven a sus vástagos tocarse o masturbarse. Y tampoco los llevan al psicólogo. 

 “Arequipa es una ciudad muy conservadora. Algunas personas tienen herencia cultural negativa sobre el sexo y la sexualidad”, indicó. Su conclusión es que el abuso entre menores se puede evitar con una adecuada educación sexual. 

Y por último, la otra solución es la -mencionada- terapia preventiva. 

Símon Hackett, experto en protección infantil y presidente de la Organización Nacional para el Tratamiento de Agresores de Reino Unido señala -en sus  investigaciones- que la edad promedio de los agresores sexuales infantiles en Reino Unido se está reduciendo, quizás en parte porque los profesores, trabajadores sociales y la policía han mejorado las labores de detección.

Tanto para el agredido como para el agresor integrarse a la sociedad será complicado. Hackett dice que a veces tenemos la imagen de ellos como demonios o pedófilos. Pero, en gran parte, estos chicos son vulnerables y -en algunos casos- también fueron abusados. 

A pesar de estos casos, existe un “mensaje de esperanza” para las familias cuyos niños han mostrado un problema de comportamiento sexual. 

“Necesitan nuestra ayuda por las cosas horribles que han hecho, pero no deberíamos olvidar que son, primero y antes que nada, niños” indica Hackett.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Últimas Noticias